Wednesday, March 05, 2008

Todos los días me despierta Carlos Loret

Y no es que esté saliendo del closet, no. Me despierta porque mi tele se enciende a las seis de la mañana y lo primero que escucho es su "festiva" voz anunciando que ya comenzó el noticiero. No sé por qué lo veo, si la verdad es que no me acaba de agradar su estilo, aunque me parece que tiene un equipo de periodistas que sí que valen la pena, mucho más que él, honestamente.

El asunto no es el periodista, es su noticiero. Generalmente sus contenidos me quitan las ganas de bajarme al mundo; preferiría quedarme protegido por las sábanas que me esconden de tanta mala noticia: que si los impuestos, que las catástrofes, que los diputados y sus partidos... uf.

Todos los días, todos los noticieros parecen voceros del mismísimo demonio, que se regodea haciéndonos ver que la miseria es la regla general y que en el planeta ya no hay más noticia que las malas, y que son tan cotidianas que ya no son noticia.

Ante tanta cosa yo me pregunto ¿Dónde está ese Dios que vino hace 2,000 años? ¿Por qué ante tanto ruido que hace el mal, el bien simplemente calla? ¿Es que ya no hay buenas notiicas?

Hace casi tres años que se fue un hombre que lo represntaba muy bien, que fue un fenómeno mediático sin comparación. A la muerte de Juan Pablo II el mundo lloró, y en su funeral los asistentes pedían que se le proclame santo; en México lloraron millones de personas frente a la tele y todos nos acordamos de sus visitas a nuestro país. Los medios retransmitieron las imágenes de cuando vino por primera vez y le cantamos al "Unísono Nacional" la canción "Amigo". La noche de abril en que nos dábamos el pésame, el Papamóvil recorrió la Cd. de México vacío, acrecentándonos el dolor de saber que ahora sí, Juan Pablo II no volvería a visitar el Tepeyac.

Largas vallas de fieles se congregaron en las calles. Al paso del Papamovil vacío aplaudieron, lloraron, volvieron a entonar las estrofas que escribió Roberto Carlos y, una vez pasada la emoción volvieron a sus rutinas diarias y a sus pecados cotidianos. El ladrón volvió a robar, el adúltero a engañar, el violento a pelear y el lascivo a fornicar.

Fue igualito que la Fiesta de Serrat.

¿Qué significa Juan Pablo II para los mexicanos? Me lo pregunto porque nosotros fuimos mucho para él. Siempre nos tuvo gran cariño, y de la impresión de su primera visita, en enero de 1979 comenzó a delinear lo que se convirtió en el papado más importante de la época moderna.

Muchos dicen que en México era más importante el vicario de Cristo que Cristo mismo, y a veces creo que tienen razón. Lo oíamos, pero no lo escuchábamos.


Hoy, una gran parte de los católicos mexicanos están de acuerdo con el aborto, aunque él dijo:

"Que ningún mexicano se atreva a atentar contra el don de la vida aún en el seno
materno"


En el acto era sublime interrumpir sus discursos con estruendosos aplausos y porras, pero hoy es más ensordecedor el camino contrario que hemos tomado, ajeno al mensaje que quiso dejarnos. ¿De qué sirvió, pues, Juan Pablo II a México si sus palabras nos emocionaban, pero jamás nos convencían?

El aborto en México es un tema en el que no voy a detenerme porque es solo uno de tantos temas que importan más por su peso político que por sus consecuencias sociales. Hay más temas menos escandalosos e igual de dañinos a la dignidad de las personas.

Cuando vemos la miseria, la violencia, la corrupción, la impunidad, la piratería, es fácil preguntarse ¿por qué calla Dios ante todo esto? ¿Es que no le importa? o peor aún ¿es que Dios no existe?

¿Dónde quedó todo lo que me enseñaron en el catecismo? ¿A dónde se fue ese Dios que se manifestó salvando a los judíos de la esclavitud de los egipcios? ¿Dónde está el que ordenó todo, si hoy todo es caos? Hoy el nuevo dios está en los noticieros, diciéndonos que ya no hay esperanza, que lo malo es la regla, que los buenos son ingenuos, que triunfa el que tranza y que las iglesias son retrógradas y entrometidas.

Vivimos vidas que se consumen como cerillos, y lo único que cuenta es cuanto tengamos y cuanto ganemos.

Hoy este post no es para decir, sino para preguntar ¿Dónde está Dios? ¿Por qué parece que calla? Espero, al menos, una pequeña respuesta.

3 comments:

elviejo79 said...

la verdad yo te recomendaria, que buscaras otra forma de despertar.

Lo primero que escuchamos en el dia, tiene un fuerte impacto en la memoria y se queda con nostros al menos todo el dia.

Asi que mejor que te despierte musica, alegre o algunas afirmaciones positivas.

No hay que dejar de estar informados, pero no hay que dejar que las malas noticias nos arruinen el dia.

Unknown said...

Bro, desafortunadamente nadie puede darte una respuesta, yo sólo te puedo decir que a mi hoy en día me basta con voltear a ver a mi familia, a mis amigos, a la gente que voy conociendo día a día para poder darme una idea de en donde está

Anonymous said...

Yo, queridísimo amigo, hermano, tengo Fe de que está más cerca de lo que te imaginas, el ir al espacio, regresar, irte al micro cosmos y regresar y tal vez no lo encuentres, por qué no ves en tu interior y después volteas a ver al hijo que está a tu lado y a tu esposa. Lo más seguro Carlos es que ahí lo encuentres... MMM