Tuesday, May 19, 2009

¡Machos Mexicanos, ¡Uníos!!

Estoy viendo la tele, aburrido mientras desfilan montones de anuncios de candidatos, con propuestas tan simplistas como estúpidas, con candidatos que se presentan con la actitud de "Todo lo puedo" como si México dependiera de ellos para salir adelante.

La historia no es nueva, siempre salen pelados de éstos que, al término de sus mandatos nos dejan peor que antes. Hoy la diferencia es cómo ha entrado la mercadotecnia a tratar de decirle a la gente lo que quiere oir, sin la menor capacidad de razonar la viabilidad de sus propuestas.

Ya comenté sobre la tontería de los priístas, carentes de memoria histórica y, claro, de verguenza.

Pero hay otras, que si la culpa de todo es del PRI, como dice Germán Martínez. Yo veo esa campaña como patadas de ahogado, que el PAN no ha podido hacer nada para convencer a los mexicanos, y le apuesta al miedo para quedarse en el poder.

Otros, como los que apoyan a López Obrador, dicen que la culpa de todo lo que pasa en México es del PAN, y que estaríamos mejor con el Peje, cosa que dudo mucho, ya que la crisis no es privativa de nuestro País, la inseguridad se disparó en la Cd. de México, bajo la luz del Sol Azteca.

Otras más, no faltan candidatos y partidos que presentan campañas tontas y desfondadas.

Una campaña de las que me sorprendí es la del PSD que presenta a una chava, que dentro de unos años se va a embarazar y que el pelado no se va a hacer responsable, así que hay qué permitirle a ella que aborte. Hasta dicen que el aborto no hace daño.

A este respecto tengo varios comentarios:

Decir que el aborto no hace daño implica que no daña a nadie, ¿verdad? Primero, hace daño mortal al nonato. Llámenle como quieran, bebé, embrión, feto, producto, lo que sea, eso que es abortado, se muere. ¿Eso no es daño?

La mujer que aborta suele tener secuelas, que van desde el daño psicológico, hasta la imposibilidad de volver a embarazarse. Claro, no todas. Pero bueno, supongamos que la ciencia ha avanzado tanto que no hay daños para la mujer que aborta, pero no olvidemos que es un problema social, y socialmente tendrá implicaciones, no sé cuáles, pero de que las tendrá, las tendrá.

Ojalá que cuando haya consecuencias, los promotores del aborto salgan a asumir su responsabilidad. Cosa que estoy seguro no sucederá.

Hay un detallito que estas personas pasan por alto, aunque ellos son quienes lo ponen de manifiesto: "El hombre que embarazó a la mujer no se hará responsable". Por eso invito a los irresponsables de México:


¡Votemos por un partido que ve cómo el machismo crece en México y voltea para otro lado, con tal de lograr sus fines políticos!

¡Votemos por un partido que nos entiende, que sabe que es más fácil abortar que generar condiciones de verdadera igualdad entre los sexos!

¡Votemos por todos esos candidatos que prefieren el camino más fácil, antes que el correcto!

¡Machos mexicanos, si votamos por ellos vamos a poder embarazar a cuanta vieja mensa queramos, al fin que el estado nos protegerá!

¡¡Viva México, y su tradicional macho mexicano!!

Digo, ¿no sería mejor promover esquemas donde una mujer embarazada pueda denunciar al irresponsable para que el Estado, tras una prueba que confirme la paternidad le obligue a hacerse cargo de su retoñito? Bueno, yo nadamás digo.

Thursday, May 14, 2009

El espectacular olvido

Hace unos días visité la ciudad de Aguascalientes, y circulando por el segundo anillo encontré este espectacular que me mató de risa:





Y me mató por las siguientes razones:
  • Los publicistas que crearon este anuncio no tuvieron presupuesto suficiente para investigar al Gobierno Federal y el comportamiento de la economía nacional antes del año dos mil.
  • Me recordó la mañana de diciembre de 2004 en que me levanté de la cama con la noticia de que el dólar se había disparado casi al doble de su valor, con el consecuente derrumbe del poder adquisitivo de la absoluta mayoría de los mexicanos.
  • Recordé las mañanas de domingo cuando, después de ir a la misa de los niños, mi tía abuela Chole me daba 20 pesos (de los viejos) para comprar montones de pinguinos, gansitos, submarinos y demás productos chatarra para que mis primos y yo desayunáramos; ¡Y hasta me sobraba!

Señores publicistas ¿Son idiotas? Recuerden que antes de Fox el gobierno de la República estaba en manos del partido que promocionan. La publicidad debe decir lo que el elector quiere oír, pero sin querer borrar la historia de un plumazo.

Señores electores ¡no me salgan con que también ustedes carecen de memoria a largo plazo! Digo, voten por quien quieran, por el PRI, si quieren, pero no se dejen influir por estupideces como ésta.

Friday, May 01, 2009

Para reflexionar




El anticlericalismo no tiene cura.


Meme meme, memeee

Tras una larga ausencia, resuelta solo por la contingencia sanitaria, regreso con un meme al que me colgué gracias a Ramos y mi broder:

Cinco cosas sin importancia que disfruto:

1. Leer en el baño.
2. Manejar de noche oyendo rock en español de los ochentas.
3. Dedicarle horas y horas a conectar mi centro de entretenimiento (computadora, pantallas, equipos de sonido, blu ray...)
4. Ir a Wal-Mart o a Sam's y recorrer cada pasillo, nomás para ver qué me gusta. Siempre me brinco los pasillos de alimentos.
5. Ver la familia P-luche.

Cinco cosas que nunca he hecho y me gustaría hacer:

1. Aprender francés.
2. Viajar a Italia con mi familia.
3. Comprar un vocho para "enchularlo".
4. Aventarme en el bungee.
5. Tocar la guitarra en un bar... nunca he estado lo suficientemente borracho para animarme.

Cinco cosas que nunca he hecho y no me gustaría hacer:

1. Pintarme el cabello, que a decir de varios me hace mucha falta.
2. Votar por López Obrador.
3. Dedicarme a la política.
4. Sepultar a un hijo.
5. Perder la capacidad de valerme por mí mismo.

Cinco cosas que fastidian a otros y a mí no:

1. Las filas en el banco, aprovecho para rezar el rosario.
2. Los infomerciales.
3. Oir a Barney cuando llevo a mi hijo en el carro.
4. Lucero en el Teletón (y vaaaaya que hay gente que la vomita).
5. El Hox. Yo tengo parte de la culpa.

Habrás de disculpar, mi querido hipocampo, así son las cosas.