Friday, May 25, 2007

Del baúl de los "bloguerdos"

Me encontré un comentario que tenía sin publicar desde hace bastante tiempo. Sé que no viene al caso y que no está actualizado, pero ni modo. Este blogazo es sobre la despenalización del aborto. Lo pongo ahí para que quede prueba de que a veces tengo cosas qué decir, aunque las diga bajito.

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Anoche escuché en las noticias las cifras sobre el aborto a un mes de su despenalización en el Distrito Federal.



Manuel Mondragón, Secretario de Salud informó ayer que fueron 215 las interrupciones del embarazo que se llevaron a cabo en los hospitales, aunque el enfoque que él dio a esta cifra es que no se creó un "paraíso del aborto" como muchos afirmaban que sucedería, yo recuerdo a Pablo Gómez y a muchos otros proabortistas diciendo que anualmente Millones de mujeres tienen qué abortar en situaciones precarias y que éste es un problema de salud pública.



Ahora bien, si tomamos esta cifra como una referencia y la multiplicamos por los doce meses del año veremos:



215 x 12 = 2,580



Disculpe, señor Gómez, ¿Dijo usted "Millones"?



Bueno, probablemente se refería a todo el país, 32 entidades federativas...



215 x 12 x 32 = 82,560



¡Ah, caray! ¡Ni así llegamos a la décima parte del primer millón!



Bueno, pensemos entonces que esas mujeres que se practicaron un aborto son solamente el 50% de las que realmente querían hacerlo, pero no fueron a la clínica porque no consiguieron subirse al metrobús, y multipliquemos la cifra por dos...



215 x 12 x 32 x 2 = 165, 120



Esto debe ser un error, nadie podría pensar que se usó ese discurso y se manipularon cifras para escandalizar o para confrontar, digo, porque sabemos que en México ya no hay gente de ésa que toma tribunas, bloquea avenidas o desconoce los resultados que no le convienen, y que miente descarada y escandalosamente creyendo que la verdad depende de cuántos la crean. No, De ésos ya no hay en nuestro Democrático México.



Al final de cuentas, cada aborto que se lleva a cabo es un daño social, sea en el IMSS, en el Ángeles, o en cualquier clínica abortista flamantemente legalizada, y sin importar el amparo o desamparo de las leyes, esta situación nos va a pasar factura tarde o temprano.



Por cierto, informo a los legisladores "legalizadores" que también hay coprófagos, y que una forma de apoyarlos es promulgando alguna ley que obligue a los restauranteros a incluir la mierda en el menú.