- Se protege el petróleo secuestrando tribunas.
- Se puede abortar sin preguntas y con el apoyo del Estado, pero no se puede fumar en lugares públicos cerrados.
- Se defienden los derechos de unos atropellando los de otros (marchas, plantones...)
- Si el resultado no te favorece, reniegas del árbitro y te autoproclamas triunfador.
- Se exigen cambios, pero tienen qué hacerlos otros.
- Es válido el argumento "Yo no lo robé, se lo compré al que lo robó".
- Los policías compran cd's piratas.
- Los Zetas nos protegen matando a los falsos Zetas que se dedican a extorsionar telefónicamente.
- Hay Zetas en todos lados, y las autoridades son las únicas que no los ven ¿será porque aquellos sí nos protegen de los defraudadores?
- Se toman tribunas para exigir el dialogo (¡absolutamente sin sentido!)
- Tenemos un "Santo patrono" de los narcos.
- Se venera a la muerte como "Santa" - Pero que no se nos olvide que es vengativa. (¿¿y santa a la vez??)
- Se puede escuchar por las calles "Es un narco muy respetable...".
- Los diputados tienen el descaro de usar tiempos oficiales para decir que tienen "Voluntad para generar acuerdos", cuando sabemos que les falta poco para matarse entre ellos.
- Disfrutamos más la expulsión de Hugo que las victorias de la Selección Mexicana (a mí me pasó).
- Los contendientes pueden escoger a los árbitros.
...Y tantas cosas más. No sé, pero creo que todo esto se da porque hemos perdido la capacidad de ser autocríticos. ¿Será que alguna vez volveremos a la cordura?